Shoganai es una expresión japonesa que resulta difícil de traducir al español. Al menos, si se quiere traducir con su sentido completo, ya que, aunque sí que es cierto que en nuestro idioma tenemos palabra o expresiones que nos pueden transmitir con cierta cercanía la idea que se esconde detrás del shoganai, la realidad es que se trata de una de esas expresiones de la lengua nipona que no tiene una traducción fiel a otro idioma.
¿Qué es shoganai?
Shoganai, o shitakaganai, ya que ambas se usan en el mismo sentido y en el mismo contexto, es una expresión japonesa que se dice cuando no se puede hacer nada frente a las vicisitudes de la vida. Si le buscásemos una traducción al español, podría equivaler a la expresión <<¡qué le vamos a hacer!>>. Sin embargo, shoganai no implica un sentido negativo, sino más bien positivo, ya que implica la aceptación de la realidad tal y como es, aunque esta pueda ser desagradable o dolorosa a los ojos de quien lo dice.
De esta manera, shoganai expresa una forma de aceptar la vida tal y como viene. Implica entender que las cosas no son como a nosotros nos gustaría que fueran, pero que eso no es malo ni bueno, sino que es la persona que juzga su realidad la que le aporta el valor positivo o negativo y que, si toma distancia de esa realidad, descubrirá que, en realidad, las cosas siempre están bien como están, ya que, si el destino ha hecho que sean así, ¿quiénes somos nosotros para cuestionarlas?
Evitar pensar en las cosas malas
La expresión shoganai, además de ser una palabra, también es una forma de ver la vida. Desde la perspectiva occidental, puede dar la impresión de que se trata de conformismo. Sin embargo, la mentalidad japonesa es muy diferente a la occidental en muchas cosas, y, shoganai, es un buen ejemplo de ello.
Decir shoganai no implica conformarse con lo que se tiene, sino aceptarlo si no tiene remedio. Detrás de esta expresión está el pensamiento de que, en la vida, hay cosas que dependen de nosotros y cosas que no. Las cosas que dependan de nosotros, aquellas que podemos solucionar, no serán un problema, ya que podemos influir en ellas con nuestras acciones, por lo que no merece la pena preocuparse por ellas. Así mismo, respecto a las cosas que no podemos controlar, aquellas cosas que suceden de forma accidental y que escapan a nuestro control, son cosas sobre las que no podemos influir. En consecuencia, preocuparse por ellas o, sencillamente, dedicarles nuestra atención, es una pérdida de tiempo útil, además de una acción contraproducente, porque generará en nosotros un sentimiento negativo. Por esto, como no se puede obtener nada bueno de preocuparse de aquello que no tiene solución, lo mejor es quitárnoslo de la cabeza cuanto antes y, en esas ocasiones, es cuando se dice <<shoganai>>.
Como se puede ver, la mentalidad japonesa no es conformista, sino práctica y llena de sabiduría. Prefiere centrarse en aquello que sí tiene remedio y evitar perder el tiempo y la energía en aquello que no podemos cambiar. De esta manera, evitamos sufrir de más e innecesariamente, al mismo tiempo que podemos aprovechar todo nuestro potencial en cosas que sí que nos harán felices y que sí dependen enteramente de nuestras acciones y actitudes.