La espada de Damocles es definida por el diccionario de la Real Academia Española como «Amenaza persistente de un peligro».
¿Habéis leído la historia de Damocles? Os recomiendo que la leáis, porque así es como te sientes cuando tienes diabetest1.
¿Tú serías feliz viviendo con la espada de Damocles encima? Y si la espada en lugar de tú ¿la tuviera tu hija? Pues así se vive con diabetes tipo 1. Cada subida y cada bajada condiciona tu vida, en algunos momentos más y otros menos, pero la condiciona, y esa es tu vida, la que te ha tocado. Entonces solo te queda ser fuerte, más fuerte de lo que nunca te habías imaginado, solo de tu ánimo y tú actitud dependerá cómo lo vivas, cómo lo lleves, de si eres capaz de mantener la sonrisa, a pesar de que las alarmas suenen en el peor momento del día, cuando ella está en un examen, o tú en medio de una reunión.
A pesar de que suenen cuando estás en la mejor parte del sueño, ese sueño reparador que todos necesitamos y que nosotros hay noches que no tenemos. O, a pesar de esa falta de sueño que a veces te pone dolor cabeza, o ese cansancio que a veces te quita las fuerzas y las ganas de todo, pero sabes que tienes que seguir, porque la espada de Damocles siempre está ahí, siempre estará ahí, porque por muy bien que lo hagas, por muy bien que te controles siempre estarán ahí esas subidas y esas bajadas.
No, no le quites importancia. No digas que si se controla no pasa nada, porque sí que pasa, porque ese “si se controla” no es nada fácil, y es una batalla dura que sabes que mientras vivas tendrás que mantener.
Una madre nunca hubiera querido esa espada de Damocles sobre su hijo, pero no puede cambiarlo así que solo puede elegir una cosa, su ánimo frente a esa lucha que su hijo vive en primera persona. ¿Si fueras tú la que tuvieras diabetest1 como te gustaría que te ayudara tu madre? Yo intento ponerme en lugar de mi hija para entenderla, sé que nunca lo conseguiré exactamente, cometeré errores, pero intento que no falte el ánimo, y por esto cada día sonrío, bailo, e intento ser feliz, estar bien cada día y que el ánimo no me falle, sobretodo por ella, porque ella ya tiene bastante con su espada de Damocles encima.