El estrés nos ayuda a ser más productivos, aunque llegados a un punto máximo, nuestro organismo empieza a reaccionar. La adrenalina y cortisona comienzan a ser excesivas; nuestro sistema inmunológico empieza a debilitarse y perdemos eficacia… Antes de que este proceso avance, el primer paso es aprender a reconocer cuándo sientes estrés. Normalmente las primeras señales son la tensión en cuello, hombros o puños, dolor de cabeza o cansancio continuado.
Si lo tienes localizado, “escucha” esa tensión o dolor; seguramente tiene algo que decirte. Toda molestia tiene una “intención positiva” una razón por la que está ahí, avisándote de que algo falla. Si lo consigues, quizás puedas ser capaz de evitar lo que te provoca ese estrés.
Además de esto, puedes probar a cambiar la forma en la que reaccionas ante el estrés (o a los pensamientos negativos, estados de decaimiento, etc…). La paz no se encuentra en el exterior, sino que debemos encontrarla en nosotros mismos. De este modo, te hago aquí algunas sugerencias que quizás te vengan bien, a otros clientes míos les ha ido de maravilla:
- Medita 5´ al día. Para empezar es suficiente. Meditar consiste en prestar atención plena a algo. Fluir a través de ese algo. Se puede meditar centrándote en tu respiración, en una vela o incluso en una persona. Otros meditan realizando una actividad… por ejemplo, yo considero que medito cuando salgo a la calle a hacer fotos… mi mente está centrada en cada una de las cosas que veo.
- Reduce tus pensamientos negativos. ¿Sabías que el 70% de los pensamientos de una persona media son negativos?. Si tomas conciencia de ello podrás poner remedio. Anota los pensamientos negativos en un cuaderno, y trata de convertirlos en positivos.
- Si no eres capaz de hacer lo anterior, de acuerdo, haz lo contrario!!. Exagera lo negativo!!. Qué terrible!! Quizás llegue un momento en que veas que no era tanto.
- Optimismo como terapia. Seligman define a las personas pesimistas con las 3 P: Se toman todo de modo Personal, son Proliferantes (no paran de sugerir razones por las que las cosas no van a salir bien) y son Permanentes (se repiten lo mal que está todo continuamente). En cambio, las personas optimistas las define con las 3 C: Son Creativas ante un problema, asumen o buscan una forma de Control de la situación y poseen un alto grado de Compromiso con lo que hacen. Si eres pesimista, piensa sobre estas cualidades y cómo puedes cambiar de las 3P a las 3C.
- Consejero Interior. Pregúntate de vez en cuando ¿cómo actuaría un super optimista en mi lugar? ¿Cómo lo vería si fuera más….? Finge hasta que lo consigas!!.
- El arte de recontextualizar. Ponte otras gafas, cambia de perspectiva, ponte en el lugar del otro, o quédate con la parte positiva del problema. Reenmarca en problema.
- Cuida de ti mismo para cuidar de los demás. Cuidar de uno mismo no es ser egoísta!. No nos damos cuenta de que a veces el egoísmo consiste en no dar la oportunidad a otros de conocer la joya que vive en nuestro interior.
- La Escala del pozo. ¿Cuánto de lleno está tu pozo de cosas buenas? ¿Qué cosas llenan tu pozo?. Hazlas!!!. Anota tus “debo” y tus “tengo que” y comienza a desprenderte de ellos… y haz todos los días algo que realmente te apetezca hacer.